Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Lucas 20:47 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

47 ¡Esos que devoran las haciendas de las viudas, y que para disimular pronunciar largas oraciones, recibirán el más severo castigo!

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

47 que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; estos recibirán mayor condenación.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

47 Sin embargo, estafan descaradamente a las viudas para apoderarse de sus propiedades y luego pretenden ser piadosos haciendo largas oraciones en público. Por eso, serán castigados con severidad».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

47 Se introducen con sus largas oraciones, y luego devoran los bienes de las viudas. Esos tendrán una sentencia muy rigurosa.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

47 pero devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Éstos tendrán un juicio más severo.°

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

47 que devoran las casas de las viudas mientras fingen entregarse a largos rezos. Éstos tendrán condenación más severa'.

Ver Capítulo Copiar




Lucas 20:47
23 Referencias Cruzadas  

¡Ay de vosotros, maestros de la Ley y fariseos hipócritas, que cerráis a todos la entrada en el reino de Dios! Ni entráis vosotros ni dejáis que entren los demás.


[¡Ay de vosotros, maestros de la Ley y fariseos hipócritas, que devoráis las haciendas de las viudas y que para disimular pronunciáis largas oraciones! Por eso vosotros recibiréis mayor castigo.]


¡Esos que devoran las haciendas de las viudas y que para disimular pronuncian largas oraciones, recibirán el más severo castigo!


Entre tanto, miles de personas, atropellándose unas a otras, se reunieron alrededor de Jesús. El, dirigiéndose en primer lugar a sus discípulos, dijo: - Cuidaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.


- Guardaos de esos maestros de la Ley a quienes les gusta pasear vestidos con ropaje suntuoso, y ser saludados y público, y ocupar los lugares preferentes en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes.


Jesús estaba en el templo, y veía cómo los ricos echaban dinero en el arca de las ofrendas.


Dios es testigo, y vosotros también, de que jamás nos hemos valido de palabras aduladoras, ni hemos buscado astutamente el provecho propio.


Dicen que conocen a Dios, pero sus obras lo desmienten, porque son odiosos, rebeldes e incapaces de hacer algo bueno.


Hermanos míos, no ambicionéis todos llegar a ser maestros; debéis saber que nosotros, los maestros, seremos juzgados con mayor severidad.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos