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Juan 19:15 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

15 Pero ellos comenzaron a gritar: - ¡Quítale de en medio! ¡Crucifícale! Pilato insistió: - ¿Cómo voy a crucificar a vuestro rey? Pero los jefes de los sacerdotes replicaron: - Nuestro único rey es el emperador romano.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

15 Pero ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilato les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 «¡Llévatelo! ¡Llévatelo! —gritaban—. ¡Crucifícalo!». —¿Cómo dicen? ¿Que yo crucifique a su rey? —preguntó Pilato. —No tenemos otro rey más que el César —le contestaron a gritos los principales sacerdotes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Ellos gritaron: '¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo!' Pilato replicó: '¿He de crucificar a su Rey?' Los jefes de los sacerdotes contestaron: 'No tenemos más rey que el César.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Entonces ellos gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícalo! Les dice Pilato: ¿Que crucifique a vuestro rey? Respondieron los principales sacerdotes: ¡No tenemos más rey que César!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Pero ellos gritaron: '¡Fuera, fuera! ¡Crucifícalo!'. Pilato les pregunta: '¿Pero voy a crucificar a vuestro rey?'. Los pontífices respondieron: 'No tenemos más rey que al César'.

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Juan 19:15
9 Referencias Cruzadas  

Danos, pues, tu opinión sobre esto: Nosotros los judíos, ¿estamos obligados a pagar tributo al emperador romano o no?


Entonces toda la multitud se puso a gritar: - Mata a ése! Suelta a Barrabás!


Pilato les dijo: - Muy bien, lleváosle y juzgadle según vuestra ley. Los judíos replicaron: - Nosotros no tenemos autoridad para dar muerte a nadie.


Los jefes de los sacerdotes y sus esbirros, al verle, comenzaron a gritar: - ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato insistió: - Tomadle vosotros y crucificadle; yo no encuentro delito alguno en él.


Y, sin hallar en él causa de muerte, le entregaron a Pilato para que mandara ajusticiarle.


detrás, el pueblo en masa vociferaba sin cesar: - ¡Mátale!


Hasta aquí todos habían escuchado con atención. Pero, al oír esas palabras, comenzaron a gritar: - ¡Fuera con él! ¡No merece vivir!


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