Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





2 Corintios 7:8 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

8 No me pesa haberos causado tristeza con mi carta. Hubo, sí, un momento en que lo sentí, al darme cuenta de que aquella carta os entristeció, aunque sólo fuera por breve tiempo.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 No lamento haberles enviado esa carta tan severa, aunque al principio sí me lamenté porque sé que les causó dolor durante un tiempo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Si les causé tristeza con mi carta, no lo siento. Y si antes lo pude sentir, pues esa carta por un momento les causó pesar,

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Porque aunque os contristé con la epístola,° no me pesa (aunque lo lamenté); porque veo que a pesar de que aquella epístola os entristeció por algún tiempo,°

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Porque, aun cuando os entristecí con la carta, no me pesa; y aun cuando me pesaba -veo que aquella carta os entristeció, aunque fuera momentáneamente-,

Ver Capítulo Copiar




2 Corintios 7:8
15 Referencias Cruzadas  

Eso sí, al anunciaros estas cosas, la tristeza se ha apoderado de vosotros.


Por tercera vez le preguntó Jesús: - Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se entristeció al oír que le preguntaba por tercera vez si le amaba, y contestó: - Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo. Entonces Jesús le dijo: - Apacienta mis ovejas.


Fijaos en los frutos que esta tristeza querida por Dios ha producido en vosotros; ¡qué manera de tomar la cosa a pecho, de presentar excusas, de sentiros indignados por lo sucedido y al mismo tiempo acobardados! ¡Qué añoranza por verme, qué preocupación por resolver el asunto, qué impaciencia por hacer justicia! Habéis demostrado, hasta donde es posible, que no tenéis culpa en ese asunto.


Si, pues, os escribí aquella carta, no fue tanto por el que causó la ofensa o por el que la recibió, cuanto por brindaros la oportunidad de descubrir, por vosotros mismos y delante de Dios, hasta dónde llegaba vuestro interés por mí.


Pero Dios, que conforta a los deprimidos, me reanimó también a mí con la llegada de Tito.


Y no fue sólo su presencia; a darme ánimos fueron, sobre todo, las buenas noticias referentes a vosotros. Me habló de vuestra añoranza por verme, de vuestras pasadas lágrimas y vuestra preocupación por mí. Esto me hizo todavía más feliz.


Pero ahora me alegro, no de haberos entristecido, sino de que esa tristeza haya servido para que cambiéis de actitud. Como fue una tristeza querida por Dios, ningún daño habéis recibido de mí.


Yo reprendo y castigo a los que amo. Esfuérzate, pues, y cambia de conducta.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos