Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





2 Corintios 6:9 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

9 querrían desconocernos, pero somos bien conocidos; nos vemos siempre en trance de muerte, pero todavía con vida; castigados, pero sin que la muerte nos alcance.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos;

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Nos ignoran aun cuando somos bien conocidos. Vivimos al borde de la muerte, pero aún seguimos con vida. Nos han golpeado, pero no matado.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 por desconocidos, aunque nos conocen. Nos dan por muertos, pero vivimos; se suceden los castigos, pero no somos ajusticiados;'

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

9 como no conocidos, pero bien conocidos; como moribundos, pero llenos de vida; como castigados,° pero no condenados a muerte;

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 como desconocidos, aunque somos conocidos de sobra; como si fuéramos moribundos, aunque seguimos viviendo; como castigados, aunque todavía no muertos;

Ver Capítulo Copiar




2 Corintios 6:9
18 Referencias Cruzadas  

También tomaron contacto con él algunos filósofos epicúreos y estoicos. Unos preguntaban: - ¿Qué podrá decir este charlatán? - Parece ser un propagandista de dioses extranjeros - decían otros -, basándose en que anunciaba la buena nueva de Jesús y de la resurrección.


Y seguro que habréis visto y oído cómo ese individuo, Pablo, ha logrado hacer creer a multitud de gente, no sólo en Efeso, sino en casi toda la provincia de Asia, que no pueden ser dioses los que fabricamos con nuestras manos.


Todo se reducía a ciertas discrepancias concernientes a su religión y acerca de un tal Jesús, que está muerto y del que Pablo afirma que vive.


Ahora bien, no existiendo una causa concreta de la que pueda yo informar por escrito al emperador, le he hecho comparecer ante vosotros, y particularmente ante ti, rey Agripa, a fin de que, como resultado de este interrogatorio, pueda yo escribir algo al respecto.


de señales y prodigios, y de la fuerza del Espíritu Santo. El resultado es que desde Jerusalén, viajando en todas direcciones hasta llegar a las tierras de Iliria, he llevado a cabo la proclamación del mensaje de Cristo.


Ya lo anuncia la Escritura: Por tu causa estamos en trance de muerte cada día; nos tratan como a ovejas destinadas al matadero.


De cualquier modo, si el Señor nos castiga, es para corregirnos y para que no seamos condenados junto con el mundo.


Que estoy al borde de la muerte cada día, es tan cierto, hermanos, como que vosotros sois mi gloria en Cristo Jesús, Señor nuestro.


Pero, a lo que veo, Dios nos ha reservado a los apóstoles el último lugar , como a condenados a muerte, como a gentes convertidas en espectáculo del mundo entero, tanto de los ángeles como de los hombres.


Admito que carezco de elocuencia, pero no me faltan conocimientos; y bien que os lo he demostrado en las más diversas ocasiones y circunstancias.


renunciamos a actuar de forma oculta y avergonzada, a proceder con astucia o a falsear el mensaje de Dios. Nuestra propia propaganda, frente al juicio que puedan hacer de nosotros todos los demás en la presencia de Dios, consiste en decir la verdad.


Conscientes del respeto que merece el Señor, nos esforzamos en convencer a los hombres. Confío en que lo mismo que nuestra vida no tiene secretos para Dios, tampoco hay que tenerlos para vosotros.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios