2 Corintios 1:4 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

⁴ El es quien nos conforta en todos nuestros sufrimientos, a fin de que también nosotros podamos confortar a los que se hallan atribulados, compartiendo con ellos el consuelo que de Dios hemos recibido.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁴ el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ El nos conforta en toda prueba, para que también nosotros seamos capaces de confortar a los que están en cualquier dificultad, mediante el mismo consuelo que recibimos de Dios.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ que nos consuela° en toda nuestra tribulación, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros mismos somos consolados por Dios.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Él nos consuela en toda tribulación, hasta el punto de que, mediante esa consolación con la que a nosotros mismos nos consuela Dios, podamos consolar a los que están en toda clase de tribulación.

2 Corintios 1:4 Referencias Cruzadas

Juan 14:16

Si me amáis de verdad, obedeceréis mis mandamientos,

Juan 14:18

el Espíritu de la verdad. Los que son del mundo no pueden recibirle, porque ni le ven ni le conocen; vosotros, en cambio, le conocéis, porque vive en vosotros y está en medio de vosotros.

Juan 14:26

Os he dicho todo esto durante el tiempo de mi permanencia entre vosotros .

2 Corintios 7:13

Esto es lo que me ha llenado de consuelo. Esto, y más todavía, si cabe, el ver a Tito contento y satisfecho del trato recibido entre vosotros.

2 Corintios 7:4

Tengo puesta en vosotros toda mi confianza, y es tanto el orgullo que siento por vosotros, que se me ensancha el corazón y reboso de alegría, a pesar de todas mis penalidades.

Filipenses 1:14

Es más, mi prisión ha fortalecido la confianza en el Señor de buen número de hermanos, que ahora se atreven a proclamar el mensaje de Dios abiertamente y sin temor.

1 Tesalonicenses 4:18

Alentaos, pues, unos a otros con esta enseñanza.

1 Tesalonicenses 5:11

Por tanto, alentaos mutuamente y ayudaos unos a otros como ya lo hacéis.

Hebreos 12:12

Así, pues, armaos de valor y no os dejéis vencer por el cansancio,