Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





1 Juan 2:3 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

3 Estamos ciertos de que conocemos a Dios y guardamos sus mandamientos.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Podemos estar seguros de que conocemos a Dios si obedecemos sus mandamientos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Vean cómo sabremos que lo conocemos: si cumplimos sus mandatos.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Y en esto sabemos que lo hemos conocido: si guardamos sus mandamientos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Y en esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos.

Ver Capítulo Copiar




1 Juan 2:3
26 Referencias Cruzadas  

Os concederé todo lo que me pidáis en mi nombre.


Como el Padre me ama a mí, así os amo yo a vosotros. Permaneced en mi amor.


puesto que amar a Dios consiste en cumplir sus mandamientos. No se trata, por lo demás, de preceptos insoportables,


¿Por qué me llamáis 'Señor, Señor' y no hacéis lo que os digo?


El amor supremo consiste en dar la vida por los amigos.


Estamos seguros de que vivimos en Dios y Dios vive en nosotros, porque nos ha hecho partícipes de su Espíritu.


Alcanzada así la perfección, se ha convertido en fuente de salvación eterna para cuantos le obedecen


Esta será la señal de que militamos en las filas de la verdad y de que podemos sentirnos seguros en presencia de Dios:


(Y la vida eterna consiste en que te reconozcan a ti como único Dios verdadero, y a Jesucristo como tu enviado.)


Sabemos también que somos de Dios, mientras que el mundo entero está sometido al maligno.


Bástenos saber que, amando a nuestros hermanos, hemos pasado de la muerte a la vida. En cambio el que no ama sigue muerto.


Pues el mismo Dios que dijo: Resplandezca la luz desde el seno de las tinieblas, la ha hecho resplandecer en nuestros corazones, dándonos a conocer por ella la gloria de Dios reflejada en el rostro de Cristo.


¡Dichosos los que han decidido lavar sus vestiduras para tener acceso al árbol de la vida y poder entrar por las puertas de la ciudad!


Os escribo a vosotros, los mayores, porque conocéis al que existe desde siempre. Y a vosotros, los jóvenes, porque habéis vencido al maligno.


Quien vive unido a Cristo no comete pecado; quien sigue pecando, es que no ha visto ni conocido a Cristo.


Queridos hijos, Dios es la fuente del amor: amémonos, pues, unos a otros. El que ama es hijo de Dios y conoce a Dios.


Y conocemos que estamos amando a los hijos de Dios, cuando de veras amamos a Dios cumpliendo sus mandamientos,


Y el dragón se puso al acecho junto a la orilla del mar.


¡Ha sonado la hora de poner a prueba la firmeza de los consagrados a Dios, de los que cumplen los mandamientos de Dios y son fieles a Jesús!


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios