Biblia Todo Logo
La Biblia Online
- Anuncios -





1 Juan 1:3 - Biblia Arcas-Fernandez (Nuevo Testamento)

3 (Está escrito en el versículo 1:1).

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Les anunciamos lo que nosotros mismos hemos visto y oído, para que ustedes tengan comunión con nosotros; y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo, Jesucristo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Lo que hemos visto y oído se lo anunciamos también a ustedes para que estén en comunión con nosotros, pues nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Lo que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con su Hijo, Jesús el Mesías.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 lo que hemos visto y oído os lo anunciamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros. Pues nosotros, en efecto, tenemos comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.

Ver Capítulo Copiar




1 Juan 1:3
38 Referencias Cruzadas  

Desde ahora, ya no estaré en el mundo; pero ellos se quedan en el mundo, mientras que yo voy a ti. Protege con tu poder, Padre santo, a los que me has confiado, para que vivan unidos, como tú y yo somos uno.


Te pido que todos vivan unidos. Padre, como tú estás en mí y yo en ti, que también ellos estén unidos a nosotros. De este modo, el mundo podrá creer que tú me has enviado.


Padre justo, el mundo no te ha conocido; pero yo te conozco, y todos éstos han llegado a conocer que tú me has enviado.


(Y la vida eterna consiste en que te reconozcan a ti como único Dios verdadero, y a Jesucristo como tu enviado.)


El que narra estas cosas fue testigo ocular de las mismas, y su testimonio es verdadero. Os cuenta lo que vio para que también vosotros creáis.


En cuanto a nosotros, estamos aquí para anunciaros la buena nueva referente a la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados,


¡Contemplad esto, engreídos, y que el estupor os haga desaparecer! Voy a realizar tal obra en vuestro tiempo, que no la creeréis cuando os la cuenten.


Y eran constantes a la hora de escuchar la enseñanza de los apóstoles, de compartirlo todo, de celebrar la cena del Señor y de participar en la oración.


Nada he callado de cuanto debía anunciaros sobre le plan de Dios.


Por nuestra parte, no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.


Lo han hecho voluntariamente, aunque en el fondo era una obligación, ya que, si los demás pueblos han participado en los bienes espirituales de los creyentes judíos, justo es que ahora les ayuden en lo material.


A vosotros Dios os ha injertado en Cristo Jesús, que se ha convertido a su vez, para nosotros, en sabiduría, en fuerza salvadora, santificadora y liberadora.


Dios, que os ha llamado a compartir la vida de su Hijo Jesucristo, es un Dios que cumple su palabra.


Quiero recordaros, hermanos, el mensaje de salvación que os anuncié. El mensaje que aceptasteis, en el que os mantenéis firmes


Y este plan secreto consiste en que las naciones todas comparten la misma herencia, son miembros del mismo cuerpo y participan de la misma promesa en Jesucristo. Todo por medio del mensaje de salvación,


¿Acaso no está justificado esto que siento por vosotros? Os llevo muy dentro del corazón, ya que compartís conmigo este privilegio mío de estar preso y de poder defender y consolidar el mensaje de salvación.


Si alguna fuerza tiene una advertencia hecha en nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del amor, si nos une el mismo Espíritu, si alienta en vosotros un corazón afectuoso y compasivo,


Quiero conocer a Cristo, experimentar el poder de su resurrección, compartir sus padecimientos y morir su misma muerte.


El es quien nos ha rescatado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,


esperando que su Hijo Jesús, a quién él resucitó triunfante de la muerte se manifieste desde el cielo y nos libre del gran desastre que se acerca.


Quienes tengan por amos a creyentes, no deben faltarles al respeto con la excusa de que son 'hermanos' . Por el contrario, deben servirlos con mayor esmero, pues los que se benefician de su servicio comparten con ellos una misma fe y un mismo amor. Todas éstas son las cosas que debes enseñar y recomendar.


cuando dice: anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.


Por tanto, hermanos, miembros como sois del pueblo de Dios que comparten un llamamiento celestial, no perdáis de vista a quien ha sido enviado como sumo sacerdote de la fe que profesamos. Me refiero a Jesús,


Porque las riquezas de Cristo que ahora compartimos están condicionadas a que mantengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio.


A los que estáis al frente de las comunidades cristianas, yo, como corresponsable, testigo de la pasión de Cristo y partícipe ya de la gloria que ha de revelarse un día en plenitud, os exhorto


Cuando os anunciamos la venida gloriosa y plena de poder de nuestro Señor Jesucristo, no lo hicimos como si se tratara de leyendas fantásticas, sino como testigos oculares de su majestad.


Os anuncio la Palabra de la vida que existe desde siempre. Nosotros la hemos oído y la hemos visto con nuestros propios ojos; la hemos contemplado y la hemos tocado con nuestras manos. Porque la vida que estaba junto al Padre se ha hecho visible, y la hemos visto y oído y somos testigos de ella. Ahora os la anunciamos para que juntos participemos en la unión con el Padre y con su hijo Jesucristo.


Este es el mensaje que escuchamos de labios de Jesucristo y que ahora os anuncio: Dios es luz, sin mezcla de tinieblas.


Pero, si vivimos en la luz, como él vive en la luz, entonces todos participamos de la misma vida, y la muerte de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos