Él me dirá: “Tú eres mi Padre, mi Dios, la roca de mi salvación”.
Él me clamará: Mi padre eres tú, Mi Dios, y la roca de mi salvación.
Y él clamará a mí: “Tú eres mi Padre, mi Dios y la Roca de mi salvación”.
El me podrá invocar: '¡Tú eres mi Padre, mi Dios y la roca donde me refugio!'
Él clamará a mí: ¡Tú eres mi Padre, Mi Dios y la Roca de mi salvación!
Sobre el mar pondré su mano, sobre los ríos, su derecha.