Proverbios 7:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

³ Llévalos atados en los dedos; anótalos en la tablilla de tu corazón.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³ Lígalos a tus dedos; Escríbelos en la tabla de tu corazón.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Átalas a tus dedos como un recordatorio; escríbelas en lo profundo de tu corazón.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Apriétalos firmemente entre tus dedos, inscríbelos en las tablillas de tu corazón!

La Biblia Textual 3a Edicion

³ ¡Átalos a tus dedos, Escríbelos en la tabla de tu corazón!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Sujétalos a tus dedos, escríbelos en la tablilla de tu corazón.

Proverbios 7:3 Referencias Cruzadas

Proverbios 3:3

Que nunca te abandonen el amor y la verdad: llévalos siempre alrededor de tu cuello y escríbelos en el libro de tu corazón.

Proverbios 4:21

No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón.

Proverbios 6:21

Grábatelos en el corazón; cuélgatelos al cuello.

Proverbios 7:4

Di a la sabiduría: «Tú eres mi hermana», y a la inteligencia: «Eres de mi sangre».

Isaías 30:8

Ve, pues, delante de ellos, y grábalo en una tablilla. Escríbelo en un rollo de cuero, para que en los días venideros quede como un testimonio eterno.

Isaías 59:21

»En cuanto a mí —dice el Señor—, este es mi pacto con ellos: Mi Espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tus labios, no se apartarán más de ti, ni de tus hijos ni de sus descendientes, desde ahora y para siempre —dice el Señor—.

Jeremías 17:1

»El pecado de Judá está escrito con cincel de hierro; grabado está con punta de diamante sobre la tabla de su corazón y sobre los cuernos de sus altares.

Jeremías 31:33

»Este es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma el Señor—: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

2 Corintios 3:3

Es evidente que vosotros sois una carta de Cristo, expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones.