Está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio.
Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde.
Está atenta a todo lo que ocurre en su hogar, y no sufre las consecuencias de la pereza.
Atenta a las actividades de su mundo, no es de aquellas que comen sin trabajo.
Vigila la marcha de su casa, Y no come su pan de balde.
Sade. Vigila el ajetreo de su casa, no come el pan ociosamente.