Cuando un gobernante se deja llevar por mentiras, todos sus oficiales se corrompen.
Si un gobernante atiende la palabra mentirosa, Todos sus servidores serán impíos.
Si un gobernante presta atención a los mentirosos, todos sus consejeros serán perversos.
Cuando un jefe hace caso de las calumnias, todos sus servidores son malos.
El gobernante que hace caso de embustes, Tendrá criminales por ministros.
Si el jefe presta oído a palabras mentirosas, todos sus servidores serán malvados.