Al necio no le complace el discernimiento; tan solo hace alarde de su propia opinión.
No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en que su corazón se descubra.
A los necios no les interesa tener entendimiento; solo quieren expresar sus propias opiniones.
Al tonto no le gusta reflexionar, sino dar a conocer sus opiniones.
El necio no se deleita en la discreción, Sino en publicar lo que piensa.
No le gusta al necio la prudencia, sino exponer su opinión.