Al sabio de corazón se le llama inteligente; los labios convincentes promueven el saber.
El sabio de corazón es llamado prudente, Y la dulzura de labios aumenta el saber.
Los sabios son conocidos por su entendimiento, y las palabras agradables son persuasivas.
El que tiene la sabiduría es el verdadero inteligente: las palabras acertadas atraen la adhesión.
El sabio de corazón será llamado prudente, Y la dulzura de labios aumentará la doctrina.
Al sabio de corazón se le llama inteligente, hablar con dulzura aumenta la persuasión.