Buscaban la manera de arrestarlo, pero temían a la gente, porque esta lo consideraba un profeta.
Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo, porque este le tenía por profeta.
Querían arrestarlo, pero tenían miedo de las multitudes, que consideraban que Jesús era un profeta.
Hubieran deseado arrestarlo, pero tuvieron miedo del pueblo, que lo consideraba como un profeta.
Y procuraron echarle mano, pero temían a las multitudes, porque éstas lo tenían por profeta.
Y aunque intentaban arrestarlo, tuvieron miedo de la gente, porque lo tenían por profeta.