―No se lo impidáis —replicó Jesús—. Nadie que haga un milagro en mi nombre puede a la vez hablar mal de mí.
Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí.
—¡No lo detengan! —dijo Jesús—. Nadie que haga un milagro en mi nombre podrá luego hablar mal de mí.
Jesús contestó: 'No se lo prohíban, ya que nadie puede hacer un milagro en mi nombre y luego hablar mal de mí.
Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis, porque no hay nadie que haga° un milagro° en mi nombre y pueda° enseguida hablar mal de mí,
Pero Jesús dijo: 'No se lo impidáis, pues no hay quien haga un milagro en mi nombre y pueda luego hablar mal de mí: