Si el dueño quiere rescatar el animal, deberá añadir una quinta parte al valor que haya fijado el sacerdote.
Y si lo quisiere rescatar, añadirá sobre tu valuación la quinta parte.
Si deseas recuperar el animal, tendrás que pagar el valor fijado por el sacerdote, más un veinte por ciento.
Y si lo quieren rescatar, añadirán un quinto de la valoración.
Y si uno quiere rescatarlo, añadirá un quinto a su valoración.
Si lo quiere rescatar, se añadirá un quinto al valor de su tasación.