Una sola ley regirá, tanto para el nativo como para el extranjero. Yo soy el Señor vuestro Dios».
Un mismo estatuto tendréis para el extranjero, como para el natural; porque yo soy Jehová vuestro Dios.
»La misma ley es aplicable tanto para los israelitas de nacimiento como para los extranjeros que viven entre ustedes. Yo soy el Señor su Dios».
La ley será la misma para el forastero y para el nativo, porque yo soy Yavé, su Dios.
Un mismo juicio habrá para vosotros, tanto para el extranjero como para el nativo,° porque Yo soy YHVH vuestro Dios.
Aplicaréis la misma sentencia a los extranjeros y a los nativos, porque yo soy Yahveh, vuestro Dios'.