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Juan 16:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

7 Pero os digo la verdad: os conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a vosotros; en cambio, si me voy, os lo enviaré.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 En realidad, es mejor para ustedes que me vaya porque, si no me fuera, el Abogado Defensor no vendría. En cambio, si me voy, entonces se lo enviaré a ustedes;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 pero es verdad lo que les digo: les conviene que yo me vaya, porque mientras yo no me vaya, el Protector no vendrá a ustedes. Yo me voy, y es para enviárselo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Pero Yo os digo la verdad: Os conviene que Yo me vaya, porque si no me voy, el Paracleto no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Sin embargo, yo os digo la verdad: os conviene que yo me vaya. Pues, si no me fuera, no vendría a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré.

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Juan 16:7
19 Referencias Cruzadas  

Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que os he dicho.


»Cuando venga el Consolador, que yo os enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí.


Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.


Exaltado por el poder de Dios, y habiendo recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, ha derramado esto que vosotros ahora veis y oís.


Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús no había sido glorificado todavía.


Ahora voy a enviaros lo que ha prometido mi Padre; pero quedaos en la ciudad hasta que seáis revestidos del poder de lo alto.


Pedro tomó la palabra, y dijo: ―Ahora comprendo que en realidad Dios no tiene favoritismos,


»Ya me habéis oído deciros: “Me voy, pero vuelvo a vosotros”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más grande que yo.


Y, si me voy y os lo preparo, vendré para llevaros conmigo. Así estaréis donde yo esté.


Cuando tú, Dios y Señor, ascendiste a las alturas, te llevaste contigo a los cautivos; tomaste tributo de los hombres, aun de los rebeldes, para establecer tu morada.


Además, os aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto el reino de Dios.


No cabe duda de que en tiempos de Elías, cuando el cielo se cerró por tres años y medio, de manera que hubo una gran hambre en toda la tierra, muchas viudas vivían en Israel.


Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento.


Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio;


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