Juan 16:33 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

³³ Yo os he dicho estas cosas para que en mí tengáis paz. En este mundo tendréis aflicciones, pero ¡tened ánimo! Yo he vencido al mundo.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³³ Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³³ Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³³ Les he hablado de estas cosas para que tengan paz en mí. Ustedes encontrarán la persecución en el mundo. Pero, ánimo, yo he vencido al mundo.

La Biblia Textual 3a Edicion

³³ Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis aflicción, pero confiad, Yo he vencido al mundo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³³ Os he dicho esto, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis tribulación; pero tened buen ánimo: yo he vencido al mundo'.

Juan 16:33 Referencias Cruzadas

Salmos 68:18

Cuando tú, Dios y Señor, ascendiste a las alturas, te llevaste contigo a los cautivos; tomaste tributo de los hombres, aun de los rebeldes, para establecer tu morada.

Miqueas 5:5

¡Él traerá la paz! Si Asiria llega a invadir nuestro país para pisotear nuestras fortalezas, le haremos frente con siete pastores, y aun con ocho líderes del pueblo;

Mateo 9:2

Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: ―¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!

Lucas 19:38

―¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor! ―¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!

Lucas 2:14

«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad».

Juan 12:31

El juicio de este mundo ha llegado ya, y el príncipe de este mundo va a ser expulsado.

Juan 14:1

»No os angustiéis. Confiad en Dios, confiad también en mí.

Juan 14:27

La paz os dejo; mi paz os doy. Yo no os la doy como la da el mundo. No os angustiéis ni os acobardéis.

Juan 16:11

y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.

Hechos 14:22

fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían.

Hechos 23:11

A la noche siguiente, el Señor se apareció a Pablo y le dijo: «¡Ánimo! Así como has dado testimonio de mí en Jerusalén, es necesario que lo des también en Roma».

Hechos 27:22

Pero ahora os exhorto a cobrar ánimo, porque ninguno de vosotros perderá la vida; solo se perderá el barco.

Hechos 27:25

Así que ¡ánimo, señores! Confío en Dios que sucederá tal y como se me dijo.

Hechos 9:31

Mientras tanto, la iglesia disfrutaba de paz a la vez que se consolidaba en toda Judea, Galilea y Samaria, pues vivía en el temor del Señor. E iba creciendo en número, fortalecida por el Espíritu Santo.

2 Corintios 1:3

Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación,

2 Corintios 13:11

En fin, hermanos, alegraos, buscad vuestra restauración, haced caso de mi exhortación, sed de un mismo sentir, vivid en paz. Y el Dios de amor y de paz estará con vosotros.

2 Corintios 2:14

Sin embargo, gracias a Dios que en Cristo siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas partes la fragancia de su conocimiento.

2 Corintios 4:7

Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros.

2 Corintios 6:4

Más bien, en todo y con mucha paciencia nos acreditamos como servidores de Dios: en sufrimientos, privaciones y angustias;

2 Corintios 7:4

Os tengo mucha confianza y me siento muy orgulloso de vosotros. Estoy muy animado; en medio de todas nuestras aflicciones se desborda mi alegría.

Gálatas 1:4

Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre,

Gálatas 6:14

En cuanto a mí, jamás se me ocurra jactarme de otra cosa sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo ha sido crucificado para mí, y yo para el mundo.

Filipenses 4:7

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Colosenses 1:20

y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz.

1 Tesalonicenses 3:4

pues cuando estábamos con vosotros os advertimos que íbamos a padecer sufrimientos. Y así sucedió.

1 Tesalonicenses 3:7

Por eso, hermanos, en medio de todas nuestras angustias y sufrimientos vosotros nos habéis dado ánimo por vuestra fe.

2 Tesalonicenses 3:16

Que el Señor de paz os conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos vosotros.

2 Timoteo 3:12

Así mismo serán perseguidos todos los que quieran llevar una vida piadosa en Cristo Jesús,

Hebreos 11:25

Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado.

Hebreos 7:2

Abraham, a su vez, le dio la décima parte de todo. El nombre Melquisedec significa, en primer lugar, «rey de justicia» y, además, «rey de Salén», esto es, «rey de paz».

1 Pedro 5:9

Resistidlo, manteniéndoos firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos.

1 Juan 2:13

Os escribo, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os he escrito, queridos hijos, porque habéis conocido al Padre.

1 Juan 4:4

Vosotros, queridos hijos, sois de Dios y habéis vencido a esos falsos profetas, porque el que está en vosotros es más poderoso que el que está en el mundo.

1 Juan 5:4

porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe.

Apocalipsis 12:11

Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte.

Apocalipsis 3:21

Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.

Apocalipsis 7:14

―Eso tú lo sabes, mi señor —respondí. Él me dijo: ―Aquellos son los que están saliendo de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.

Jueces 3:2

Lo hizo solamente para que los descendientes de los israelitas, que no habían tenido experiencia en el campo de batalla, aprendieran a combatir.