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Juan 12:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

5 ―¿Por qué no se vendió este perfume, que vale muchísimo dinero, para dárselo a los pobres?

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 «Ese perfume valía el salario de un año. Hubiera sido mejor venderlo para dar el dinero a los pobres».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Ese perfume se podría haber vendido en trescientas monedas de plata para ayudar a los pobres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 ¿Por qué no fue vendido este perfume por trescientos denarios y dado a los pobres?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 '¿Por qué no se ha vendido este perfume en trescientos denarios, para dárselos a los pobres?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 ¿Por qué no fue este ungüento vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?

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Juan 12:5
16 Referencias Cruzadas  

Como nosotros somos tus vasallos, no podemos permitir que se te deshonre. Por eso te enviamos esta denuncia.


―¡Haraganes, haraganes! —exclamó el faraón—. ¡Eso es lo que sois! Por eso andáis diciendo: “Déjanos ir a ofrecerle sacrificios al Señor”.


Pero seguid exigiéndoles la misma cantidad de ladrillos que han estado haciendo. ¡No les reduzcáis la cuota! Son unos holgazanes, y por eso me ruegan: “Déjanos ir a ofrecerle sacrificios a nuestro Dios”.


Vosotros decís: «¿Cuándo pasará la fiesta de luna nueva para que podamos vender grano, o el día de reposo para que pongamos a la venta el trigo?» Vosotros buscáis achicar la medida y aumentar el precio, falsear las balanzas


»Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigió.


Acordó darles la paga de un día de trabajo y los envió a su viñedo.


Vended vuestros bienes y dad a los pobres. Proveeros de bolsas que no se desgasten; acumulad un tesoro inagotable en el cielo, donde no hay ladrón que aceche ni polilla que destruya.


Al oír esto, Jesús añadió: ―Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.


»¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo y no le das importancia a la viga que tienes en el tuyo?


Judas Iscariote, que era uno de sus discípulos y que más tarde lo traicionaría, objetó:


Dijo esto no porque se interesara por los pobres, sino porque era un ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, acostumbraba a robar lo que echaban en ella.


Como Judas era el encargado del dinero, algunos pensaron que Jesús le estaba diciendo que comprara lo necesario para la fiesta, o que diera algo a los pobres.


―Ni con el salario de ocho meses podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a cada uno —respondió Felipe.


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