Juan 10:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

⁷ Por eso volvió a decirles: «Ciertamente os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ entonces les dio la explicación: «Les digo la verdad, yo soy la puerta de las ovejas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ Jesús, pues, tomó de nuevo la palabra: En verdad les digo que yo soy la puerta de las ovejas.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ Volvió, pues, a decirles Jesús: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Jesús les dijo de nuevo: 'De verdad os aseguro: yo soy la puerta de las ovejas.

Juan 10:7 Referencias Cruzadas

Juan 14:6

―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.

Efesios 2:18

Pues por medio de él tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu.

Juan 10:1

»Ciertamente os aseguro que el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que trepa y se mete por otro lado, es un ladrón y un bandido.

Juan 10:9

Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos.

Ezequiel 34:31

y afirmo también que yo soy vuestro Dios y que vosotros sois mis ovejas, las ovejas de mi prado”».

Salmos 79:13

Y nosotros, tu pueblo y ovejas de tu prado, te alabaremos por siempre; de generación en generación cantaremos tus alabanzas.

Salmos 100:3

Reconoced que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo, ovejas de su prado.

Salmos 95:7

Porque él es nuestro Dios y nosotros somos el pueblo de su prado; ¡somos un rebaño bajo su cuidado! Si oís hoy su voz,

Isaías 53:6

Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.

Ezequiel 36:38

Entonces las ciudades desoladas se llenarán de mucha gente. Serán como las ovejas que, durante las fiestas solemnes, se llevan a Jerusalén para los sacrificios. Entonces sabrán que yo soy el Señor».