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Juan 10:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

16 Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traer. Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Además, tengo otras ovejas que no están en este redil, también las debo traer. Ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Tengo otras ovejas que no son de este corral. A esas también las llevaré; escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; también a ellas debo traer, y oirán mi voz, y vendrán a ser un solo rebaño, y un solo Pastor.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil: también a ellas tengo que conducirlas; ellas oirán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo pastor.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

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Juan 10:16
48 Referencias Cruzadas  

El cetro no se apartará de Judá, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que llegue el verdadero rey, quien merece la obediencia de los pueblos.


Todas las naciones que has creado vendrán, Señor, y ante ti se postrarán y glorificarán tu nombre.


Las palabras de los sabios son como aguijones. Como clavos bien puestos son sus colecciones de dichos, dados por un solo pastor.


En aquel día se alzará la raíz de Isaí como estandarte de los pueblos; hacia él correrán las naciones, y glorioso será el lugar donde repose.


Al norte le diré: “¡Entrégalos!” y al sur: “¡No los retengas! Trae a mis hijos desde lejos y a mis hijas desde los confines de la tierra.


«No es gran cosa que seas mi siervo, ni que restaures a las tribus de Jacob, ni que hagas volver a los de Israel, a quienes he preservado. Yo te pongo ahora como luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra».


El Señor desnudará su santo brazo a la vista de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación de nuestro Dios.


Así dice el Señor omnipotente, el que reúne a los desterrados de Israel: «Reuniré a mi pueblo con otros pueblos, además de los que ya he reunido».


Como un pastor que cuida de sus ovejas cuando están dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las rescataré de todos los lugares donde, en un día oscuro y de nubarrones, se hayan dispersado.


Entonces les daré un pastor, mi siervo David, que las apacentará y será su único pastor.


Mis ovejas andan descarriadas por montes y colinas, dispersas por toda la tierra, sin que nadie se preocupe por buscarlas.


Y en esta tierra, en los montes de Israel, haré de ellos una sola nación. Todos estarán bajo un solo rey, y nunca más serán dos naciones ni estarán divididos en dos reinos.


Mi siervo David será su rey, y todos tendrán un solo pastor. Caminarán según mis leyes, y cumplirán mis preceptos y los pondrán en práctica.


»Con todo, los israelitas serán tan numerosos como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el mismo lugar donde se les llamó: “Pueblo ajeno”, se les llamará: “Hijos del Dios viviente”.


»En aquel día, muchas naciones se unirán al Señor. Ellas serán mi pueblo, y yo habitaré entre ellas. »Así sabréis que el Señor Todopoderoso es quien me ha enviado a vosotros.


Mientras estaba aún hablando, apareció una nube luminosa que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escuchadle!»


»O supongamos que una mujer tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No enciende una lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla?


»Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.


El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas.


Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.


El portero le abre la puerta, y las ovejas oyen su voz. Llama por nombre a las ovejas y las saca del redil.


Cuando ya ha sacado a todas las que son suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz.


Pero a un desconocido jamás lo siguen; más bien, huyen de él porque no reconocen voces extrañas».


y no solo por esa nación, sino también por los hijos de Dios que estaban dispersos, para congregarlos y unificarlos.


»No ruego solo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos,


Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo.


Simón nos ha expuesto cómo Dios desde el principio tuvo a bien escoger de entre los gentiles un pueblo para honra de su nombre.


pues estoy contigo. Aunque te ataquen, no voy a dejar que nadie te haga daño, porque tengo mucha gente en esta ciudad».


Luego dijo: “El Dios de nuestros antepasados te ha escogido para que conozcas su voluntad, y para que veas al Justo y oigas las palabras de su boca.


Hermanos, quiero que entendáis este misterio para que no os volváis presuntuosos. Parte de Israel se ha endurecido, y así permanecerá hasta que haya entrado la totalidad de los gentiles.


Nosotros, en cambio, siempre debemos dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque desde el principio Dios os escogió para ser salvos, mediante la obra santificadora del Espíritu y la fe que tenéis en la verdad.


El Dios que da la paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno.


Antes ni siquiera erais pueblo, pero ahora sois pueblo de Dios; antes no habíais recibido misericordia, pero ahora ya la habéis recibido.


Antes erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor que cuida de vuestras vidas.


Así, cuando aparezca el Pastor supremo, recibiréis la inmarcesible corona de gloria.


Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.


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