¿Quién se atreve a abrir el abismo de sus fauces, coronadas de terribles colmillos?
¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Las hileras de sus dientes espantan.
¿Quién podría abrir sus mandíbulas a la fuerza? ¡Sus dientes dan terror!
Su cogote está lleno de fuerza y ante él brota el miedo.
¿Quién abrió las dos puertas de sus fauces, Rodeada de dientes espantosos?
En su cuello se asienta la fuerza, ante él danza el espanto.