Y así como el calor y la sequía arrebatan con violencia la nieve derretida, así el sepulcro arrebata a los pecadores.
La sequía y el calor arrebatan las aguas de la nieve; Así también el Seol a los pecadores.
La tumba consume a los pecadores tal como la sequía y el calor consumen la nieve.
Un calor sofocante evapora sus aguas y quema lo que queda de su trigo.
Como el calor y la sequía le roban el agua a la nieve, Así el Seol a los que han pecado.
Sequía y calor arrebatan la nieve: así hace el seol con el pecador.