Ciertamente Dios me ha destruido; ha exterminado a toda mi familia.
Pero ahora tú me has fatigado; Has asolado toda mi compañía.
»Oh Dios, tú me has molido y arrasaste con mi familia.
Pues ahora, el envidioso ha agotado mis fuerzas y su bando se apodera de mí.
Ahora precisamente me ha agotado.° Has desolado a toda mi familia,
Y él ahora me extenúa y atormenta: toda mi desgracia me oprime.