Yo vivía tranquilo, pero él me destrozó; me agarró por el cuello y me hizo pedazos; ¡me hizo blanco de sus ataques!
Próspero estaba, y me desmenuzó; Me arrebató por la cerviz y me despedazó, Y me puso por blanco suyo.
»Yo vivía tranquilo hasta que él me quebró; me tomó por el cuello y me hizo pedazos. Después me usó como blanco
Yo vivía tranquilo cuando comenzó a sacudirme, me tomó del cuello y me hizo pedazos.
Tranquilo estaba yo, y Él me quebrantó, Sí, me agarró por la cerviz y me hizo trizas, Y me ha puesto por blanco de sus dardos.
Era yo feliz, y él me destrozó; me tomó por la nuca y me machacó, me hizo blanco de sus flechas.