Tu propia boca te condena, no la mía; tus propios labios testifican contra ti.
Tu boca te condenará, y no yo; Y tus labios testificarán contra ti.
Tu propia boca te condena, no yo; tus propios labios testifican contra ti.
Tu propia boca te condena, no yo, tus propios labios te acusan.
Tu propia boca te condena, no la mía. Sí, tus propios labios testifican contra ti.
Te condena tu boca, que no yo; tus labios arguyen contra ti.