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Jeremías 9:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

12 ¿Quién es tan sabio como para entender esto? ¿A quién habló el Señor para que lo anuncie? ¿Por qué está arruinado el país, desolado como un desierto por el que nadie pasa?

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

12 ¿Quién es varón sabio que entienda esto? ¿y a quién habló la boca de Jehová, para que pueda declararlo? ¿Por qué causa la tierra ha perecido, ha sido asolada como desierto, hasta no haber quien pase?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 ¿Quién tiene suficiente sabiduría para entender todo esto? ¿Quién ha sido instruido por el Señor y puede explicárselo a otros? ¿Por qué ha sido tan arruinada esta tierra que nadie se atreve a viajar por ella?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Yavé lo ha dicho: Es que han abandonado mi Ley, que les había dado; no han oído mi voz ni la han seguido,

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 ¿Quién es el hombre sabio que entienda esto? ¿Y a quien ha hablado la boca de YHVH, Para que lo declare? ¿Por qué ha perecido la tierra, Ha sido abrasada como el desierto, y no hay quien pueda pasar?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Yahveh respondió: porque abandonaron mi ley, la que yo puse delante de ellos, no oyeron mi voz ni caminaron de acuerdo con ella,

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Jeremías 9:12
22 Referencias Cruzadas  

los fértiles terrenos en tierra salitrosa, por la maldad de sus habitantes.


Quien sea sabio, que considere estas cosas y entienda bien el gran amor del Señor.


¿Quién de vosotros escuchará esto y prestará atención en el futuro?


A causa de la maldición, el país está lleno de adúlteros, la tierra está de luto y los pastos del desierto se han secado. Los profetas corren tras la maldad, y usan su poder para la injusticia.


Así dice el Señor Todopoderoso: «No hagáis caso de lo que dicen los profetas, pues os dan falsas esperanzas; cuentan visiones que se han imaginado y que no proceden de la boca del Señor.


Si hubieran estado en mi consejo, habrían proclamado mis palabras a mi pueblo; lo habrían hecho volver de su mal camino y de sus malas acciones.


El profeta que tenga un sueño, que lo cuente; pero el que reciba mi palabra, que la proclame con fidelidad. ¿Qué tiene que ver la paja con el grano? —afirma el Señor—.


Escuchad, mujeres, la palabra del Señor; reciban vuestros oídos la palabra de su boca. Enseñad a vuestras hijas a entonar endechas; que unas a otras se enseñen este lamento:


Os consolares cuando veáis la conducta y las obras de esa gente, y sabréis que lo que hice contra Jerusalén no fue sin razón. Lo afirma el Señor omnipotente».


El que es sabio entiende estas cosas; el que es inteligente las comprende. Ciertamente son rectos los caminos del Señor: en ellos caminan los justos, mientras que allí tropiezan los rebeldes.


»Comerán, pero no quedarán satisfechos; se prostituirán, pero no se saciarán; porque han abandonado al Señor para entregarse


Secaos también vosotros, labradores; gemid, viñadores, por el trigo y la cebada, porque se ha perdido la cosecha de los campos.


«Exterminé naciones; quedaron desolados sus bastiones. Dejé sus calles desiertas, y nadie pasa por ellas. Quedaron arrasadas sus ciudades, sin ningún habitante.


»Así que, cuando veáis en el lugar santo “el horrible sacrilegio”, del que habló el profeta Daniel (el que lee, que lo entienda),


¡Ojalá fueran sabios y entendieran esto, y comprendieran cuál será su fin!


Dichoso el que lee y dichosos los que escuchan las palabras de este mensaje profético y hacen caso de lo que aquí está escrito, porque el tiempo de su cumplimiento está cerca.


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