Pero no es a mí al que ofenden —afirma el Señor—. Más bien se ofenden a sí mismos, para su propia vergüenza.
¿Me provocarán ellos a ira? dice Jehová. ¿No obran más bien ellos mismos su propia confusión?
¿Soy yo al que ellos perjudican? —pregunta el Señor—. Más que nada se perjudican a sí mismos, para su propia vergüenza».
Pero, ¿es a mí, acaso, a quien rebajan con eso, dice Yavé? ¿No es más bien a ellos mismos, para su propia deshonra?
¿A mí me provocan a ira? dice YHVH, ¿Acaso no actúan para su propia vergüenza?
¿Es a mí a quien ofenden? -aráculo de Yahveh-. ¿No es más bien a sí mismos, para su propia vergüenza?