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Jeremías 48:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

9 Colocad una lápida para Moab, porque yace destruida; sus ciudades están desoladas, y sin habitante alguno.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Dad alas a Moab, para que se vaya volando; pues serán desiertas sus ciudades hasta no quedar en ellas morador.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Oh, si Moab tuviera alas para que volara lejos, porque sus ciudades quedarán abandonadas y nadie vivirá en ellas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Entierren a Moab, porque ha sido totalmente destruido; sus ciudades quedarán hechas un desierto, y no habrá quien habite en ellas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¡Dad alas a Moab, para que escape volando! Sus ciudades quedan desiertas, No hay en ellas morador.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Dad alas a Moab, pues tendrá que volar. Sus ciudades serán un desierto, sin que nadie las habite.

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Jeremías 48:9
8 Referencias Cruzadas  

En el Señor hallo refugio. ¿Cómo, pues, os atrevéis a decirme: «Huye al monte, como las aves»?


¡Cómo quisiera tener las alas de una paloma y volar hasta encontrar reposo!


Las mujeres de Moab, en los vados del Arnón, parecen aves que, espantadas, abandonan el nido.


Cuando el Señor ya no pudo soportar más las malas acciones y las cosas abominables que hacíais, vuestro país se convirtió en objeto de maldición, en un lugar desértico, desolado y sin habitantes, tal como está hoy.


Tú, que habitas en Egipto, prepara tu equipaje para el exilio, porque Menfis se convertirá en desolación, en una ruina deshabitada.


Habitantes de Moab, ¡abandonad las ciudades y vivid entre las rocas! Sed como las palomas que anidan al borde de los precipicios.


Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel—, que Moab vendrá a ser como Sodoma y los amonitas, como Gomorra: se volverán campos de espinos y minas de sal, desolación perpetua. El remanente de mi pueblo los saqueará; los sobrevivientes de mi nación heredarán su tierra».


Pero a la mujer se le dieron las dos alas de la gran águila, para que volara al desierto, al lugar donde sería sustentada durante un tiempo y tiempos y medio tiempo, lejos de la vista de la serpiente.


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