Miré, y no quedaba nadie; habían huido todas las aves del cielo.
Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido.
Miré y toda la gente se había ido; todos los pájaros del cielo se habían volado.
Miré y me di cuenta que no había un alma, y que todos los pájaros del cielo se habían ido.
Miré, y no había hombre; Y todas las aves del cielo° habían huido.
Miré, y ¡ay! no había un solo hombre, todas las aves del cielo habían huido.