Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Jeremías 14:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

9 ¿Por qué te encuentras confundido, como un guerrero impotente para salvar? Señor, tú estás en medio de nosotros, y se nos llama por tu nombre; ¡no nos abandones!

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 ¿Por qué eres como hombre atónito, y como valiente que no puede librar? Sin embargo, tú estás entre nosotros, oh Jehová, y sobre nosotros es invocado tu nombre; no nos desampares.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 ¿Estás confundido también? ¿Es nuestro guerrero valiente incapaz de salvarnos? Señor, tú estás aquí entre nosotros y somos conocidos como pueblo tuyo. ¡Por favor, no nos abandones ahora!».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 ¿Por qué has de ser como un hombre aturdido, como un guerrero que no salva a los suyos? Pues tú estás entre nosotros, Yavé, y sobre nosotros fue invocado tu Nombre: no nos desampares.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

9 ¿Por qué te muestras como un hombre aturdido, Como héroe incapaz de vencer? Pero Tú, oh YHVH, estás en medio de nosotros, Y sobre nosotros es invocado tu Nombre; ¡No nos desampares!

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 ¿Por qué eres como hombre azorado, como guerrero incapaz de salvarse? Tú, Yahveh, estás en medio de nosotros y sobre nosotros se invoca su nombre, ¡No nos abandones!

Ver Capítulo Copiar




Jeremías 14:9
31 Referencias Cruzadas  

si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.


¿Por qué, Señor, te mantienes distante? ¿Por qué te escondes en momentos de angustia?


No te escondas de mí; no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo, porque tú has sido mi ayuda. No me desampares ni me abandones, Dios de mi salvación.


Dios está en ella, la ciudad no caerá; al rayar el alba, Dios le brindará su ayuda.


¡Canta y grita de alegría, habitante de Sión; realmente es grande, en medio de ti, el Santo de Israel!»


Trae a todo el que sea llamado por mi nombre, al que yo he creado para mi gloria, al que yo hice y formé”».


¡Despierta, brazo del Señor! ¡Despierta y vístete de fuerza! Despierta, como en los días pasados, como en las generaciones de antaño. ¿No fuiste tú el que despedazó a Rahab, el que traspasó a ese monstruo marino?


La mano del Señor no se queda corta para salvar, ni es sordo su oído para oír.


Estamos como si nunca nos hubieras gobernado, como si nunca hubiéramos llevado tu nombre.


Al encontrarme con tus palabras, yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo llevo tu nombre, Señor Dios Todopoderoso.


Aunque Israel y Judá están llenos de culpa delante del Santo de Israel, no han sido abandonados por su Dios, el Señor Todopoderoso.


El clamor de mi pueblo se levanta desde todos los rincones del país: «¿Acaso no está el Señor en Sión? ¿No está allí su rey?» «¿Por qué me provocan con sus ídolos, con sus dioses inútiles y extraños?»


¿Por qué siempre nos olvidas? ¿Por qué nos abandonas tanto tiempo?


»El perímetro urbano será de nueve mil metros. »Y desde aquel día el nombre de la ciudad será: El Señor está aquí».


¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches? ¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia sin que tú nos salves?


En torno suyo —afirma el Señor— seré un muro de fuego, y dentro de ella seré su gloria”.


»Así dice el Señor: »“Regresaré a Sión, y habitaré en Jerusalén. Y Jerusalén será conocida como la Ciudad de la Verdad, y el monte del Señor Todopoderoso como el Monte de la Santidad”.


El Señor le respondió a Moisés: ―¿Acaso el poder del Señor es limitado? ¡Pues ahora verás si cumplo o no mi palabra!


para que busque al Señor el resto de la humanidad, todas las naciones que llevan mi nombre.


¿En qué concuerdan el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templo del Dios viviente. Como él ha dicho: «Viviré con ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo». Por tanto, el Señor añade:


Porque el Señor tu Dios anda por tu campamento para protegerte y para entregar a tus enemigos en tus manos. Por eso tu campamento debe ser un lugar santo; si el Señor ve algo indecente, se apartará de ti.


Todas las naciones de la tierra te respetarán al reconocerte como el pueblo del Señor.


Manteneos libres del amor al dinero, y contentaos con lo que tenéis, porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré».


Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios.


Por amor a su gran nombre, el Señor no rechazará a su pueblo; de hecho, él se ha dignado a haceros a vosotros su propio pueblo.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos