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Jeremías 13:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

9 «Así dice el Señor: “De esta misma manera destruiré el orgullo de Judá y el gran orgullo de Jerusalén.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Así ha dicho Jehová: Así haré podrir la soberbia de Judá, y la mucha soberbia de Jerusalén.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 «Así dice el Señor: esto muestra cómo pudriré el orgullo de Judá y Jerusalén.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 De este modo destruiré el orgullo de Judá y la fama de Jerusalén.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Así dice YHVH: Así reduciré a podredumbre la soberbia de Judá y la gran soberbia de Jerusalem.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 'Así dice Yahveh: de este modo haré que se pudra la soberbia de Judá y la gran soberbia de Jerusalén.

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Jeremías 13:9
19 Referencias Cruzadas  

Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso.


Hemos sabido que Moab es extremadamente orgulloso; hemos sabido de su soberbia, de su orgullo y arrogancia, de su charlatanería sin sentido.


Lo planeó el Señor Todopoderoso para abatir la altivez de toda gloria y humillar a toda la gente importante de la tierra.


Entonces el Señor volvió a decirme:


a Jerusalén y a las ciudades de Judá, a sus reyes y a sus jefes, para convertirlos en ruinas, en motivo de horror, burla y maldición, como hoy se puede ver.


»Conocemos bien el orgullo de Moab, ese orgullo exagerado. ¡Tanta soberbia y tanto orgullo! ¡Tanta arrogancia y altivez!


Se creían superiores a otras, y en mi presencia se entregaron a prácticas repugnantes. Por eso, tal como lo has visto, las he destruido.


¿Acaso no te burlabas de tu hermana Sodoma en tu época de orgullo,


Yo quebrantaré vuestro orgullo y terquedad. Endureceré el cielo como el hierro y la tierra como el bronce,


Porque el Señor restaura la majestad de Jacob, como la majestad de Israel, pues los destructores los han arrasado; han arruinado sus sarmientos.


Aquel día no tendrás que avergonzarte más de todas tus rebeliones contra mí. Quitaré de en medio de ti a esa gente altanera y jactanciosa, y así nunca más volverás a ser arrogante en mi santo monte.


»Os digo que este, y no aquel, volvió a su casa justificado ante Dios. Pues todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».


Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».


Así mismo, jóvenes, someteos a los ancianos. Revestíos todos de humildad en vuestro trato mutuo, porque «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».


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