Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Jeremías 11:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

11 Por eso, así dice el Señor: “Les enviaré una calamidad de la cual no podrán escapar. Aunque clamen a mí, no los escucharé.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

11 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo traigo sobre ellos mal del que no podrán salir; y clamarán a mí, y no los oiré.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Por lo tanto, esto dice el Señor: traeré calamidad sobre ellos y no habrá escapatoria posible. Aunque supliquen misericordia, no escucharé sus ruegos.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Por eso, así habla Yavé: Les voy a mandar una catástrofe de la cual nadie podrá escapar. Y aunque me pidan auxilio, no los ayudaré.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Por tanto así dice YHVH: He aquí Yo traigo un mal sobre ellos del cual no podrán escapar; clamarán a mí, pero no los escucharé.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Por eso, así dice Yahveh: mirad: voy a traer sobre ellos una desgracia de la que no podrán escapar, y entonces clamarán a mí, pero no los escucharé.

Ver Capítulo Copiar




Jeremías 11:11
35 Referencias Cruzadas  

que yo, el Señor, les advierto: ‘Voy a enviar desgracia sobre este lugar y sus habitantes, según todo lo que dice el libro que ha leído el rey de Judá.


que yo, el Señor, les advierto: ‘Voy a enviar una desgracia sobre este lugar y sus habitantes, y haré que se cumplan todas las maldiciones que están escritas en el libro que se ha leído ante el rey de Judá.


Dios no escucha sus vanas peticiones; el Todopoderoso no les presta atención.


Pedían ayuda; no hubo quien los salvara. Al Señor clamaron, pero no les respondió.


Si en mi corazón hubiera yo abrigado maldad, el Señor no me habría escuchado;


»Entonces me llamarán, pero no les responderé; me buscarán, pero no me encontrarán.


El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.


Cuando levantáis vuestras manos, yo aparto de vosotros mis ojos; aunque multipliquéis vuestras oraciones, no las escucharé, pues tenéis las manos llenas de sangre.


¡Terror, fosa y trampa están contra ti, habitante de la tierra!


»Pero en cuanto a ti, Jeremías, no intercedas por este pueblo. No me ruegues ni me supliques por ellos, porque yo no escucharé cuando clamen a mí por causa de su calamidad.


El Señor Todopoderoso, el que te plantó, ha decretado una calamidad contra ti, por causa de la maldad que cometieron el pueblo de Israel y la tribu de Judá. Dice el Señor: «Me han agraviado al quemar incienso a Baal».


Aunque ayunen, no escucharé sus clamores; aunque me ofrezcan holocaustos y ofrendas de cereal, no los aceptaré. En verdad, voy a exterminarlos con la espada, el hambre y la peste».


«Judá está de luto y sus ciudades desfallecen; hay lamentos en el país, y sube el clamor de Jerusalén.


Y, si te preguntan: “¿A dónde iremos?”, adviérteles que así dice el Señor: »“Los destinados a la muerte, a la muerte; los destinados a la espada, a la espada; los destinados al hambre, al hambre; los destinados al cautiverio, al cautiverio”.


Y ahora habla con los habitantes de Judá y de Jerusalén, y adviérteles que así dice el Señor: “Estoy preparando una calamidad contra vosotros, y elaborando un plan en contra de vosotros. ¡Volveos ya de vuestro mal camino; enmendad vuestra conducta y vuestras acciones!”


«Así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: “Como esta ciudad y todos sus pueblos vecinos se han obstinado en desobedecer mis palabras, voy a mandarles toda la calamidad que les había prometido”».


Diles: “Reyes de Judá y habitantes de Jerusalén, escuchad la palabra del Señor. Así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: ‘Haré venir tal calamidad sobre este lugar, que a todo el que se entere le zumbarán los oídos.


»Por eso su camino será resbaladizo; serán empujados a las tinieblas, y en ellas se hundirán. Yo traeré sobre ellos una calamidad en el año de su castigo —afirma el Señor—.


Los pastores no tendrán escapatoria; no podrán huir los jefes del rebaño.


»Por eso, así dice el Señor Dios Todopoderoso, el Dios de Israel: “Voy a enviar contra Judá y contra todos los habitantes de Jerusalén todas las calamidades que ya les he anunciado, porque les hablé y no me obedecieron; los llamé y no me respondieron”».


Castigaré la iniquidad de él, la de su descendencia y la de sus siervos. Enviaré contra ellos, y contra los habitantes de Jerusalén y de Judá, todas las calamidades con que los amenacé, porque no me hicieron caso”».


Escucha, tierra: Traigo sobre este pueblo una desgracia, fruto de sus maquinaciones, porque no prestaron atención a mis palabras, sino que rechazaron mi enseñanza.


»Como si invitaras a una fiesta solemne, enviaste contra mí terror de todas partes. En el día de la ira del Señor, nadie pudo escapar, nadie quedó con vida. A mis seres queridos, a los que eduqué, los aniquiló el enemigo».


«Hijo de hombre, estas personas han hecho de su corazón un altar de ídolos, y a su paso han colocado trampas que los hacen pecar. ¿Cómo voy a permitir que me consulten?


»Así dice el Señor omnipotente: ¡Las desgracias se siguen unas a otras!


Por eso, voy a actuar con furor. No tendré piedad ni compasión de ellos. Por más que me imploren a gritos, ¡no los escucharé!»


Será como cuando alguien huye de un león y se le viene encima un oso, o como cuando al llegar a su casa, apoya la mano en la pared y le muerde una serpiente.


Entonces le pedirán auxilio al Señor, pero él no les responderá; esconderá de ellos su rostro porque hicieron lo malo.


“Como no me escucharon cuando los llamé, tampoco yo los escucharé cuando ellos me llamen —dice el Señor Todopoderoso—.


Cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», vendrá de improviso sobre ellos la destrucción, como le llegan a la mujer encinta los dolores de parto. De ninguna manera podrán escapar.


El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos