La gente gritaba: «¡Voz de un dios, no de hombre!»
Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre!
El pueblo le dio una gran ovación, gritando: «¡Es la voz de un dios, no la de un hombre!».
Entonces el pueblo lo empezó a aclamar: '¡Esta es la voz de Dios, no de un hombre!'
Y el pueblo gritaba: ¡Voz de Dios, y no de hombre!
El pueblo clamaba: 'Voz de un dios y no de un hombre es ésta'.