Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?»
de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.
Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda, por tanto, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?».
Y nosotros hemos de responder confiados: El Señor es mi socorro, no temeré. ¿Qué pueden hacerme los hombres?
De manera que podemos decir osadamente: El Señor es mi ayudador, no temeré. ¿Qué me puede hacer el hombre?°
Y así, nosotros podemos confiadamente decir: El Señor es quien me ayuda; nada temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?