Génesis 6:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¹¹ Pero Dios vio que la tierra estaba corrompida y llena de violencia.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹¹ Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ Ahora bien, Dios vio que la tierra se había corrompido y estaba llena de violencia.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ El mundo se corrompió a los ojos de Dios y se llenó de violencia.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ Y se corrompió la tierra en presencia de ’Elohim, y se llenó la tierra de violencia.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ La tierra se pervirtió ante Dios y estaba llena de violencia.

Génesis 6:11 Referencias Cruzadas

Génesis 10:9

quien llegó a ser un valiente cazador ante el Señor. Por eso se dice: «Como Nimrod, valiente cazador ante el Señor».

Génesis 13:13

Los habitantes de Sodoma eran malvados y cometían pecados muy graves contra el Señor.

Génesis 6:10

Tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.

Génesis 7:1

El Señor le dijo a Noé: «Entra en el arca con toda tu familia, porque tú eres el único hombre justo que he encontrado en esta generación.

2 Crónicas 34:27

‘Como te has conmovido y humillado ante mí al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes, y te has rasgado las vestiduras y has llorado en mi presencia, yo te he escuchado. Yo, el Señor, lo afirmo.

Salmos 11:5

El Señor examina a justos y a malvados, y aborrece a los que aman la violencia.

Salmos 140:11

Que no eche raíces en la tierra la gente de lengua viperina; que la calamidad persiga y destruya a la gente que practica la violencia.

Salmos 55:9

¡Destrúyelos, Señor! ¡Confunde su lengua! En la ciudad solo veo contiendas y violencia;

Éxodo 32:7

Entonces el Señor le dijo a Moisés: ―Baja, porque ya se ha corrompido el pueblo que sacaste de Egipto.

Isaías 60:18

Ya no se oirá de violencia en tu tierra, ni de ruina y destrucción en tus fronteras, sino que llamarás a tus muros “Salvación”, y a tus puertas, “Alabanza”.

Jeremías 6:7

Como agua que brota de un pozo, así brota de Jerusalén la maldad. En ella se oye de violencia y destrucción; no veo otra cosa que enfermedades y heridas.

Ezequiel 28:16

Por la abundancia de tu comercio, te llenaste de violencia, y pecaste. Por eso te expulsé del monte de Dios, como a un objeto profano. A ti, querubín protector, te borré de entre las piedras de fuego.

Ezequiel 8:17

Me dijo: «Hijo de hombre, ¿ves esto? ¿Tan poca cosa le parece a Judá cometer tales abominaciones que también ha llenado la tierra de violencia y no deja de provocarme? ¡Mira cómo me enardecen, pasándose por la nariz sus pestilentes ramos!

Habacuc 1:2

¿Hasta cuándo, Señor, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches? ¿Hasta cuándo he de quejarme de la violencia sin que tú nos salves?

Habacuc 2:17

¡Que te aplaste la violencia que cometiste contra el Líbano! ¡Que te abata la destrucción que hiciste de los animales! ¡Porque es mucha la sangre que has derramado, y mucha tu violencia contra este país, contra esta ciudad y sus habitantes!

Habacuc 2:8

Son tantas las naciones que has saqueado que los pueblos que se salven te saquearán a ti; porque es mucha la sangre que has derramado, y mucha tu violencia contra este país, contra esta ciudad y sus habitantes.

Lucas 1:6

Ambos eran rectos e intachables delante de Dios; obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor.

Romanos 2:13

Porque Dios no considera justos a los que oyen la ley, sino a los que la cumplen.

Romanos 3:19

Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle y quede convicto delante de Dios.

Deuteronomio 31:29

porque sé que después de mi muerte os pervertiréis y os apartaréis del camino que os he mostrado. En días venideros os sobrevendrán calamidades, porque haréis lo que ofende al Señor y con vuestros detestables actos provocaréis su ira».

Jueces 2:19

Pero, cuando el caudillo moría, ellos volvían a corromperse aún más que sus antepasados, pues se iban tras otros dioses, a los que servían y adoraban. De este modo se negaban a abandonar sus malvadas costumbres y su obstinada conducta.