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Génesis 19:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

16 Como Lot titubeaba, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y los sacaron de la ciudad, porque el Señor tuvo compasión de ellos.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

16 Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Como Lot todavía titubeaba, los ángeles lo agarraron de la mano, y también a su esposa y a sus dos hijas, y los llevaron enseguida a un lugar seguro fuera de la ciudad, porque el Señor tuvo misericordia de ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Y como él aún vacilase, lo tomaron de la mano, junto a su mujer y a sus dos hijas, porque Yavé había tenido compasión de ellos, y lo llevaron fuera de la ciudad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Pero como él no se decidía, los varones lo agarraron y lo sacaron de la mano a él, a su mujer y a sus dos hijas, gracias a la misericordia de YHVH hacia él, y lo hicieron estar fuera de la ciudad.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Como él vacilaba indeciso, los hombres asieron de las manos a él, a su mujer y a sus dos hijas, por la misericordia de Yahveh hacia él, le hicieron salir, y lo condujeron fuera de la ciudad.

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Génesis 19:16
39 Referencias Cruzadas  

así que al amanecer los ángeles insistieron con Lot. Exclamaron: ―¡Apresúrate! Llévate a tu esposa y a tus dos hijas que están aquí, para que no perezcan cuando la ciudad sea castigada.


Si no nos hubiéramos demorado tanto, ¡ya habríamos ido y vuelto dos veces!


»¡Alabad al Señor, porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre!


Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.


¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Dad gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.


Pero Dios los salvó, haciendo honor a su nombre, para mostrar su gran poder.


Dad gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.


Ha hecho memorables sus maravillas. ¡El Señor es clemente y compasivo!


Dad gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.


Me doy prisa, no tardo nada para cumplir tus mandamientos.


Dad gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.


Muchas son las calamidades de los malvados, pero el gran amor del Señor envuelve a los que en él confían.


Pero el Señor cuida de los que le temen, de los que esperan en su gran amor;


él los libra de la muerte, y en épocas de hambre los mantiene con vida.


El que quiera amar la vida y gozar de días felices,


Pero tú, Señor, eres Dios clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad.


Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan.


pasando delante de él, proclamó: ―El Señor, el Señor, Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad,


que mantiene su amor hasta mil generaciones después, y que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que no deja sin castigo al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y la cuarta generación.


de todas sus angustias. Él mismo los salvó; no envió un emisario ni un ángel. En su amor y misericordia los rescató; los levantó y los llevó en sus brazos como en los tiempos de antaño.


El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota.


que eres lento para la ira y grande en amor y que, aunque perdonas la maldad y la rebeldía, jamás dejas impune al culpable, sino que castigas la maldad de los padres en sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.


En cambio, el recaudador de impuestos, que se había quedado a cierta distancia, ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!”


Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final.


Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla, y endurece a quien él quiere endurecer.


Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación,


Porque el Señor tu Dios es un Dios compasivo, que no te abandonará ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que mediante juramento hizo con tus antepasados.


Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con gran despliegue de fuerza y de poder. Por eso el Señor tu Dios te manda observar el sábado.


le responderás: “En Egipto nosotros éramos esclavos del faraón, pero el Señor nos sacó de allí con gran despliegue de fuerza.


Lo hizo porque te ama y quería cumplir su juramento a tus antepasados; por eso te rescató del poder del faraón, el rey de Egipto, y te sacó de la esclavitud con gran despliegue de fuerza.


él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo,


Ahora bien, Josué les había dicho a los dos exploradores: «Id a casa de la prostituta, y traedla junto con sus parientes, tal como se lo jurasteis».


Por otra parte, libró al justo Lot, que se hallaba abrumado por la vida desenfrenada de esos perversos,


Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la prueba a los que viven como Dios quiere, y reservar a los impíos para castigarlos en el día del juicio.


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