«Hijo de hombre, échale en cara a Jerusalén sus prácticas repugnantes.
Hijo de hombre, notifica a Jerusalén sus abominaciones,
«Hijo de hombre, enfrenta a Jerusalén con sus pecados detestables.
Hijo de hombre, hazle ver a Jerusalén todas sus horribles acciones.
Hijo de hombre, denuncia a Jerusalem sus abominaciones, diciendo:
'Hijo de hombre, descubre a Jerusalén sus abominaciones.