Los cuatro seres avanzaban de frente. Iban adonde el espíritu los impulsaba, y no se volvían al andar.
Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se volvían.
Los seres iban en la dirección que indicara el espíritu y se movían de frente hacia delante, en la dirección que fuera, sin darse vuelta.
Cada uno de ellos iba derecho siguiendo una de sus caras, iban hacia donde el espíritu los empujaba y al caminar no se daban vuelta.
Cada uno caminaba según la orientación de su rostro. Iban adondequiera el espíritu los movía, y al caminar no se volvían.
Cada uno iba de frente hacia adelante; iban hacia donde el viento los impulsaba, sin volverse al andar.