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Éxodo 32:9 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

9 »Ya me he dado cuenta de que este es un pueblo terco —añadió el Señor, dirigiéndose a Moisés—.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

9 Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Después el Señor dijo: —He visto lo terco y rebelde que es este pueblo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Yavé dijo también: 'Ya veo que ese pueblo es un pueblo rebelde.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Dijo además YHVH a Moisés: Yo he observado a este pueblo, y he aquí es pueblo de dura cerviz.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Y añadió Yahveh a Moisés: 'Bien veo que es un pueblo de dura cerviz.

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Éxodo 32:9
19 Referencias Cruzadas  

Con todo, no hicieron caso, sino que fueron tan tercos como lo habían sido sus antepasados, que no confiaron en el Señor su Dios.


No seáis tercos, como vuestros antepasados. Someteos al Señor, y entrad en su santuario, que él consagró para siempre. Servid al Señor vuestro Dios, para que él retire su ardiente ira.


Pero ellos y nuestros padres fueron altivos; no quisieron obedecer tus mandamientos.


Se negaron a escucharte; no se acordaron de las maravillas que hiciste por ellos. Fue tanta su terquedad y rebeldía que hasta se nombraron un jefe para que los hiciera volver a la esclavitud de Egipto. Pero tú no los abandonaste porque eres Dios perdonador, clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.


Así no serían como sus antepasados: generación obstinada y rebelde, gente de corazón fluctuante, cuyo espíritu no se mantuvo fiel a Dios.


Ve a la tierra donde abundan la leche y la miel. Yo no os acompañaré, porque vosotros sois un pueblo terco, y podría yo destruiros en el camino».


pues el Señor le había dicho a Moisés: «Diles a los israelitas que son un pueblo terco. Si aun por un momento tuviera que acompañarlos, podría destruirlos. Diles que se quiten esas joyas, que ya decidiré qué hacer con ellos».


de la siguiente manera: ―Señor, si realmente cuento con tu favor, ven y quédate entre nosotros. Reconozco que este es un pueblo terco, pero perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y adóptanos como tu herencia.


El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio.


Porque yo sabía que eres muy obstinado; que tu cuello es un tendón de hierro, y que tu frente es de bronce.


He visto tus adulterios, tus relinchos, tu vergonzosa prostitución y tus abominaciones, en los campos y sobre las colinas. ¡Ay de ti, Jerusalén! ¿Hasta cuándo seguirás en tu impureza?»


En el reino de Israel he visto algo horrible: Allí se prostituye Efraín y se mancilla Israel.


Entonces el Señor le dijo a Moisés: ―¿Hasta cuándo esta gente me seguirá menospreciando? ¿Hasta cuándo se negarán a creer en mí, a pesar de todas las maravillas que he hecho entre ellos?


»¡Tercos, duros de corazón y oídos! Vosotros sois iguales que vuestros antepasados: ¡Siempre resistís al Espíritu Santo!


Por eso, despójate de lo pagano que hay en tu corazón, y ya no seas terco.


pues sé cuán tercos y rebeldes sois. Si fuisteis rebeldes contra el Señor mientras viví con vosotros, ¡cuánto más lo seréis después de mi muerte!


»También me dijo: “He visto a este pueblo, y ¡realmente es un pueblo terco!


Entiende bien que eres un pueblo terco, y que tu justicia y tu rectitud no tienen nada que ver con que el Señor tu Dios te dé en posesión esta buena tierra.


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