»No blasfemes nunca contra Dios, ni maldigas al jefe de tu pueblo.
No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.
»No deshonres a Dios ni insultes a ninguno de tus gobernantes.
No tardarás en ofrecerme mi parte de tus frutos y de tu cosecha. Me darás el primogénito de tus hijos.
No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.°
No retrasás la ofrenda de la abundancia de tu era y de tu lagar. Me entregarás el primogénito de tus hijos.