Vale más la sabiduría que las armas de guerra. Un solo error acaba con muchos bienes.
Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
Es mejor tener sabiduría que armas de guerra, pero un solo pecador puede destruir muchas cosas buenas.
La sabiduría tiene más poder que las armas: pero bastan los errores de una sola persona para destruir mucho bien.
Mejor es la sabiduría que las armas de guerra, pero uno solo que yerre puede destruir muchas cosas buenas.
Más vale la sabiduría que las armas; un solo error destruye mucho bien.