Cantares 4:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

⁷ Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Toda tú eres hermosa, amiga mía, Y en ti no hay mancha.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ Toda tú eres hermosa, amada mía, bella en todo sentido.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ Eres toda hermosa, amada mía, en ti no hay ningún defecto.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ ¡Toda tú, oh amada mía, eres hermosa, Y en ti no hay mancha!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Eres toda hermosa, amada mía, no hay defecto en ti.

Cantares 4:7 Referencias Cruzadas

Salmos 45:11

El rey está cautivado por tu hermosura; él es tu señor: inclínate ante él.

Salmos 45:13

La princesa es todo esplendor, luciendo en su alcoba brocados de oro.

Cantares 1:15

¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! ¡Tus ojos son dos palomas!

Cantares 4:1

¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! Tus ojos, tras el velo, son dos palomas. Tus cabellos son como los rebaños de cabras que retozan en los montes de Galaad.

Cantares 5:16

Su paladar es la dulzura misma; ¡todo él es un encanto! ¡Tal es mi amado, tal es mi amigo, mujeres de Jerusalén!

Cantares 5:2

Yo dormía, pero mi corazón velaba. ¡Y oí una voz! ¡Mi amado estaba a la puerta! «Hermana, amada mía; preciosa paloma mía, ¡déjame entrar! Mi cabeza está empapada de rocío; la humedad de la noche corre por mi pelo».

Números 24:5

»¡Cuán hermosas son tus tiendas, Jacob! ¡Qué bello es tu campamento, Israel!

Colosenses 1:22

Pero ahora Dios, a fin de presentaros santos, intachables e irreprochables delante de él, os ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su muerte,

2 Pedro 3:14

Por eso, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, esforzaos para que Dios os halle sin mancha y sin defecto, y en paz con él.

Judas 1:24

¡Al único Dios, nuestro Salvador, que puede guardaros para que no caigáis y presentaros sin tacha y con gran alegría ante su gloriosa presencia,

Apocalipsis 21:2

Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido.