Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





Cantares 3:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

1 Por las noches, sobre mi lecho, busco al amor de mi vida; lo busco y no lo hallo.

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

1 Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; Lo busqué, y no lo hallé.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Una noche, mientras estaba en mi cama, suspiré por mi amado; suspiraba por él, pero él no venía.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Sobre mi lecho, por las noches, yo buscaba al amado de mi alma. Lo busqué y no lo hallé.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Por las noches en mi lecho, Buscaba al que ama mi alma. Lo busqué, pero no lo hallé.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 En mi lecho, en la noche, buscaba yo al amado de mi alma: lo buscaba y no lo hallé.

Ver Capítulo Copiar




Cantares 3:1
16 Referencias Cruzadas  

Dios mío, clamo de día y no me respondes; clamo de noche y no hallo reposo.


Si os enojáis, no pequéis; en la quietud del descanso nocturno examinaos el corazón. Selah


Cansado estoy de sollozar; toda la noche inundo de lágrimas mi cama, ¡mi lecho empapo con mi llanto!


Cuéntame, amor de mi vida, ¿dónde apacientas tus rebaños?, ¿dónde a la hora de la siesta los haces reposar? ¿Por qué he de andar vagando entre los rebaños de tus amigos?


Le abrí a mi amado, pero ya no estaba allí. Se había marchado, y tras su voz se fue mi alma. Lo busqué, y no lo hallé. Lo llamé, y no me respondió.


Yo os ruego, mujeres de Jerusalén, que, si encontráis a mi amado, ¡le digáis que estoy enferma de amor!


Todo mi ser te desea por las noches; por la mañana mi espíritu te busca. Pues, cuando tus juicios llegan a la tierra, los habitantes del mundo aprenden lo que es justicia.


Buscad al Señor mientras se deje encontrar, llamadlo mientras esté cercano.


―Esforzaos por entrar por la puerta estrecha —contestó—, porque os digo que muchos tratarán de entrar y no podrán.


Cuando María oyó esto, se levantó rápidamente y fue a su encuentro.


Por tercera vez Jesús le preguntó: ―Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?» Así que le dijo: ―Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. ―Apacienta mis ovejas —le dijo Jesús—.


Vosotros le amáis a pesar de no haberle visto; y, aunque no le veis ahora, creéis en él y os alegráis con un gozo indescriptible y glorioso,


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos