Sus puertas estarán abiertas todo el día, pues allí no habrá noche.
Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.
Las puertas nunca se cerrarán al terminar el día porque allí no existe la noche.
No habrá que cerrar sus puertas al fin del día, ya que allí no habrá noche.
¡Que nunca jamás sean cerradas sus puertas de día! (Allí no habrá noche).
Sus puertas jamás se cerrarán de día -pues nunca habrá allí noche-.