―Llámala —ordenó Eliseo. Guiezi la llamó, y ella se detuvo en la puerta.
Dijo entonces: Llámala. Y él la llamó, y ella se paró a la puerta.
—Llámala de nuevo —le dijo Eliseo. La mujer regresó y se quedó de pie en la puerta mientras Eliseo le dijo:
Eliseo le dijo: '¡Llámala!' El sirviente la llamó y ella se presentó a la entrada del cuarto.
Y él dijo: Llámala. Así que la llamó y ella se detuvo ante la puerta.
Dijo entonces: 'Llámala'. La llamó, y ella se detuvo a la puerta.