Las naciones y las ciudades se destrozaban unas a otras, porque Dios las castigaba con toda clase de calamidades.
Y una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades.
Nación luchaba contra nación, ciudad contra ciudad, porque Dios las afligía con todo tipo de dificultades;
porque un pueblo se levantará contra otro, una ciudad contra otra ciudad, porque Dios los perturbará con plagas de toda clase.
Y las naciones y las ciudades° se destruían unas a otras porque ’Elohim las castigaba con toda clase de adversidades.
Combatirán entre sí pueblos contra pueblos, ciudades contra ciudades, por que Dios los conturbará con toda suerte de calamidades.