En efecto, decidí no haceros otra visita que os causara tristeza.
Esto, pues, determiné para conmigo, no ir otra vez a vosotros con tristeza.
Así que decidí que no les causaría tristeza con otra visita dolorosa.
Preferí no volver a visitarlos, si iba a causar otra vez tristezas.
Pero determiné conmigo mismo no ir otra vez a vosotros con tristeza.
Me propuse, pues, no haceros una visita que fuera, de nuevo, motivo de tristeza.