Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





2 Corintios 11:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

7 ¿Es que cometí un pecado al humillarme yo para enalteceros a vosotros, predicándoos el evangelio de Dios gratuitamente?

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

7 ¿Pequé yo humillándome a mí mismo, para que vosotros fueseis enaltecidos, por cuanto os he predicado el evangelio de Dios de balde?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

7 ¿Estaba equivocado cuando me humillé y los honré al predicarles la Buena Noticia de Dios sin esperar nada a cambio?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

7 ¿No habrá sido mi pecado el haberme rebajado para que ustedes crecieran? Yo les he entregado el Evangelio sin cobrarles nada.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

7 ¿O cometí un pecado humillándome a mí mismo para que vosotros fuerais enaltecidos, porque os prediqué de balde el evangelio de Dios?

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 ¿Cometí, acaso, un pecado, rebajándome a mí mismo para que vosotros fuerais enaltecidos, cuando os anuncié gratis el evangelio de Dios?

Ver Capítulo Copiar




2 Corintios 11:7
14 Referencias Cruzadas  

No he codiciado ni la plata ni el oro ni la ropa de nadie.


Vosotros mismos sabéis bien que estas manos se han ocupado de mis propias necesidades y de las de mis compañeros.


Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para anunciar el evangelio de Dios,


Si otros tienen derecho a este sustento de parte vuestra, ¿no lo tendremos aún más nosotros? Sin embargo, no ejercimos este derecho, sino que lo soportamos todo con tal de no crear obstáculo al evangelio de Cristo.


¿O es que solo Bernabé y yo estamos obligados a ganarnos la vida con otros trabajos?


Por la ternura y la bondad de Cristo, yo, Pablo, apelo a vosotros personalmente; yo mismo que, según dicen, soy tímido cuando me encuentro cara a cara con vosotros, pero atrevido cuando estoy lejos.


para poder predicar el evangelio más allá de vuestras regiones, sin tener que jactarnos del trabajo ya hecho por otros.


¿En qué fuisteis inferiores a las demás iglesias? Pues solo en que yo mismo nunca os fui una carga. ¡Perdonadme si os ofendo!


Ahora bien, cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, descubrí que el Señor me había abierto las puertas.


Recordaréis, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas para proclamaros el evangelio de Dios, y cómo trabajamos día y noche para no seros una carga.


ni comimos el pan de nadie sin pagarlo. Al contrario, día y noche trabajamos arduamente y sin descanso para no ser una carga a ninguno de vosotros.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos